¿Qué has hecho de mi,
oh bendita musa?
Que a todas horas
consigues inspirarme.
Que en todo momento
me encuentras trabajando.
¡Oh, bendita diosa!
Que me enamoras
y me haces suspirar por ti.
Y es que eres como agua de mayo
para mi mente.
Entras y sales como quieres,
y como quieres dejas huella en mi.
Astuta Ondina deja de enamorarme
si no pretendes corresponderme.
martes, 1 de septiembre de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Hace tiempo que buscaba un poema así porque, al margen del significado concreto, me siento semejante a lo que has escrito. Al fin y al cabo siempre escribimos por alguna razón. Gracias por mostrarlo de manera tan sincera Ana.
ResponderEliminar